El buen regalador sabe distinguir las distintas situaciones. Detalles originales en Navidad, algo emotivo para un aniversario, algo práctico para una pareja recién casada, algo “de mayores” para niños en su primera comunión… Ya hemos hablado de algunas de esas situaciones anteriormente en nuestro blog. Hoy queremos hablar de otro tipo de ocasiones, esas que son un poco especiales y en las que el regalo clásico se impone.
¿Por qué decimos que el regalo clásico se impone? Se trata de ocasiones llenas de significado y, por lo tanto, de regalos que encarnen el orgullo de ver al chico graduarse, la solemnidad de unas bodas de oro o los buenos deseos que rodean las despedidas. ¿Cómo elegirlos?
Tradicionalmente en estas ocasiones se ha optado siempre por un mismo tipo de regalos: objetos de más o menos valor, pero que la persona va a llevar siempre encima o va a ver a todas horas. Los más típicos han sido siempre relojes, carteras, bolígrafos, joyas y marcos de calidad con fotos emotivas dentro.
Hoy en día los objetos siguen siendo igual de clásicos, pero los diseños se han adaptado a nuestros tiempos, nos hemos dado cuenta que las cosas que vemos y usamos todos los días deben ir con nuestro estilo. El marco de fotos dorado con espacio para varias fotos de distintos tamaños se ha convertido en un marco que, por ejemplo, puede ser de diseño sencillo pero con un toque diferente, la cartera negra se ha convertido en una cartera de diseño moderno, o sencillo o lo que vaya con la personalidad, las joyas pueden ser modernas y desenfadadas y mantener su elegancia, la pluma o el bolígrafo puede ser bueno sin tener ese aspecto clásico de antes y el reloj también se abre a un amplísimo abanico de posibilidades.
En nuestra tienda de la Calle del Carmen también cubrimos ese campo. Dentro de las secciones de joyería y relojería encontrarás el mejor asesoramiento para ocasiones similares y paseando por las dos plantas de la tienda encontrarás todo tipo de alternativas para estas situaciones en las que el regalo clásico se impone, pero el estilo clásico no es obligación.